25 de diciembre de 2070
A TODA LA HUMANIDAD
P R E S E N T E
Por este medio, y tras haber alcanzado nuestro Único Gran Mandamiento, la Comunidad se manifiesta por primera vez en la Historia.
Durante siglos, la Comunidad ha sido acusada de buscar el dominio global. El Gran Comité niega todas y cada una de las infamias que se hayan dicho de nosotros. La Comunidad jamás ha buscado el dominio global, porque siempre lo ha tenido. Hoy estamos complacidos de salir ante Ustedes y hacerlos conocedores del Único Gran Mandamiento: la extinción del Koala.
La Comunidad fue fundada por Jesucristo, hijo de José, un explorador romano de origen judío que descubrió la mítica Terra Australis. Ahí tuvo a Cristo, que terminó criando con su hermana María en Nazaret. Jesús creció escuchando acerca de la mítica tierra, así como del infame koala. El odio que desarrolló ante esa criatura repugnante fue tal que creó la Comunidad. Entonces fue hecho el Pacto. Pedro sería el primer Rector de la Comunidad, Jesús daría la vida y Judas recibiría toda la culpa por ello. Así fue.
Muchas guerras se han desatado por esta noble causa. Podemos remontarnos al Gran Cisma, cuando el Rector del Consejo del Desierto, con una exégesis heterodoxa, concluyó que Terra Australis era una metáfora del océano, y el koala de un delfín. Así iniciaron las Cruzadas. Las guerras y los cismas sucedieron unos a otros, hasta que un día descubrimos la Última Vía: el calentamiento global. El 25 de diciembre de 1977 celebramos el Tercer Concilio Vaticano. Exxon, una de nuestras empresas, descubrió que la temperatura estaba aumentando. Esto haría que los koalas, y los demás Indeseados, se esfumasen de la faz de la Tierra. No más marsupiales con cerebros lisos que lamen anos y comen hojas venenosas para sobrevivir, no más cetáceos que violan peces decapitados, no más patos con colas de castor. Esto dio lugar a la Gran Reconciliación.
Estamos felices de decirles que sólo falta un Indeseable: nosotros.
A T E N T A M E N T E
LA COMUNIDAD
