Virus y distopía

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A raíz de la actual pandemia de COVID-19 que se expande, prevalece y repunta en el planeta, países autonombrados de primer mundo emprendieron políticas y medidas para controlar esta enfermedad. Algunas acciones en diversos puntos del proceso incluyeron la suspensión de derechos y garantías, así como un estricto monitoreo de los ciudadanos. Esta última medida hace pensar en la hipervigilancia planteada por George Orwell en su novela 1984 (Publicada en 1949). 

Pero también, hemos sido testigos de cómo algunos sectores y clases acomodadas han podido refugiarse en una burbuja de privilegios y de placeres hedonistas, al margen de las necesidades colectivas, convirtiendo el confinamiento en su mundo feliz, mientras los sectores más desfavorecidos han tenido que salir a la calle a buscar su sustento, a costa de su propia salud, como cuerpos consumibles y desechables para el engranaje económico.  

Por lo tanto, si hablamos de futuros desalentadores, es necesario recordar aquella vieja discusión sobre hacia qué futuro nos dirigimos, si al imaginado por George Orwell o al de Aldous Huxley en Un mundo feliz (1932). 

Por un lado, Huxley plantea una sociedad hedonista controlada por medio del acceso al placer, en la cual la banalización de la información permite una pasividad en los ciudadanos que facilita su manejo: así, la esencia del hombre se diluye en un mar de intrascendencia. Esta visión parece reflejarse en las dinámicas del hombre de la posmodernidad, un tiempo en que conceptos como la “verdad” y la “realidad” se trasladan hacia las pantallas, hacia la reafirmación del ser por medio de su avatar. 

Por otro lado, Orwell crea un mundo donde el control del individuo es generado por medio del uso autoritario de la fuerza. La ficción plantea un orden político-militar que a base de una estricta vigilancia y penalización domina y modela las conductas sociales; yergue, para tal propósito, la entelequia del “Gran hermano”, una representación del estado policiaco que por medio de cámaras posa su ojo vigilante en el ciudadano. 

Lo cierto es que ambas novelas trascienden en el tiempo por la vigencia de las preocupaciones que abordan. El futuro nos resulta impredecible, pero cada día parece orillarse a un desenlace hostil.  

Es probable que seamos el presente distópico que entremezcla los peores escenarios imaginados, pero cuyo común denominador es la lógica del mercado capitalista. Una lógica cuyas consecuencias podemos palpar en cada esquina, en la precariedad laboral, falta de servicios básicos de calidad y violación de nuestros derechos humanos más fundamentales. 

Aunque el SARS-CoV-2 ha cobrado la vida de millones de personas en todo el mundo, al igual que ha precarizado la situación económica de millones de personas, es prudente preguntarnos si un virus como éste es la verdadera pandemia o si acaso llevamos décadas estancados en una peste más letal, un mercado-nación global que se perpetúa como una dictadura. En esta época tan convulsa, cuesta mucho imaginar un futuro más equitativo, menos opresivo, más esperanzador. Sin embargo, no es un esfuerzo trivial ejercer un análisis crítico de nuestra realidad y con ello implementar acciones concisas que paulatinamente incidan en transformar el panorama actual y así construir un futuro más habitable. 

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Iván Ramírez López (Oaxaca, 1990). Forma parte de la antología de Minificción: “El fulgor de la estrella negra; homenaje a David Bowie”, Editorial La Tinta del silencio, CDMX, (2017); Forma parte de la Antología de cuentos “Del futuro y otros Menesteres” Editorial Vocho Amarillo, Aguascalientes, (2019); Forma parte de la Antología “Si era Dicha o Dolor”, Editorial Paraísos Perdidos, Guadalajara (2019); Es parte de la antología de relatos CARTOGRAFÍA ficción /Primavera 2020 editada por Paraísos Perdidos, Guadalajara (2020); y aparece en los tomos 3 y 4 de “Relatos de la cuarentena” a cargo de Tresnubesediciones en coedición con la UANL (2020). Ha colaborado para diferentes revistas como: La Revista de la Universidad de México (UNAM), Apócrifa Art Magazine, Yaconic, Registromx, Penumbría, Letrina, Monolito, Clarimonrra, Errr Magazine, Hysteria, entre otras.