Mal pintada, de color cheto.
Elegancia sin chiste.
La trompa de Eustaquio podría ser azul y estar tirada en el pasto.
Un monumento a la melancolía.
A la lágrima que no salió.
A la que salió indiferente.
A la que salió a la fuerza.
O a la lágrima, extraña, que sale cuando ríes y hace que pares,
que la sientas resbalar por tu cachete.
La lágrima que llora.
Un niño llora si le haces cosquillas.
Cuando un sujeto perverso le regala un globo en forma de perro.
Son los extremos que se recargan al inicio de la vida.
Arrugan la sonrisa del bufón hasta hacerla triste.
El desgaste de la identidad.
Se desgasta la cinta, la corda, la placa, la sonrisa.
Foto deLevi Saunders on Unsplash
Buena imagen, muy colorida