Dos perfectas líneas
atraviesan mis piernas,
cruzan como riachuelos
hasta colorear el agua carmesí.
Veo mi vientre hinchado,
y siento miles de hilos
abrazándose y soltándose
en movimientos perfectamente acompasados,
con ritmo exacto.
Por fuera soy la misma,
tengo que fingir que soy la misma
y que anoche no lloré con una película
que pasaron en la tv abierta.
Por dentro me lleno
de hierba fresca,
entonces pienso que soy la tinta de esta pluma
que sobre la hoja en blanco
se c
h
o
r
r
e
a