Yo la entiendo, señora, de verdad que lo hago. No sé usted, pero a mí me despiertan casi a patadas para venir a la ciudad a acabarme la vida durante 12 horas, de las cuales unas 4 son transporte puro. Sí, ahorita me encantaría estar ahí acostadito en mi cama sin molestar a nadie y sin que mi familia me esté chingando la vida, pero aquí estoy, ni pex. La veo, señora, de verdad la veo, y neta qué tristeza que estando usted ya más pa’ allá que acá aún tenga que moverse entre tanta banda acelerada. Disculpe, madrecita, qué mal que le haya tocado vivir así, yo sé que ya se dio cuenta de que estoy preparando mis brazos ante su espalda, pero es que si no la empujo no voy a alcanzar lugar, y de Deportivo a Universidad es un chingo de tiempo parado.
Foto de Aris Sfakianakis en UnsplashSign in
Welcome! Log into your account
Forgot your password? Get help
Password recovery
Recover your password
A password will be e-mailed to you.