A poco más de 100 años de la invención del cinematógrafo, el cine ha evolucionado a la vez que se ha dividido y subdividido en diferentes categorías: cine de arte, cine de autor, cine independiente, cine comercial y cine alternativo son algunas de ellas. Estas destacan por ser las más populares y porque parece que intentan exaltar un conjunto de películas ante otro, en lugar de definirlo. Lo mismo sucede con el llamado “cine de culto”.

¿Qué es el cine de culto? Tal y como sucede con otras categorías de su tipo, su definición es ambigua y cambia según el especialista al que se le pregunte. Jesús Palacios afirma que el cine de culto es un “cine disidente” porque va contra los estándares de la “tiranía Hollywoodense” (Irreversible, Noé, 2002); Gisela Savdie lo entiende como un “cine poco convencional, trasgresor y grotesco” (Pink Flamingos, Waters, 1972); Raúl Carchi lo define como un “cine repudiado por las masas, pero seguido por grupos minoritarios” (La habitación, Wiseau, 2003); Juan Martínez asegura que se trata de un cine “puntual, modesto y creativo” (El show de terror de Rocky, Sharman, 1975); y para el portal SpotF5, el “cine de culto está conformado por películas que logran crear grandes grupos de seguidores” (Star Wars, Lucas, 1977). Estamos ante definiciones variadas, algunas se oponen y otras se complementan, pero ninguna logra explicar lo que realmente es el cine de culto.

Palacios afirma que el cine de culto es un cine alternativo; Savdie sugiere que es un cine de mal gusto; Carchi sostiene que es seguido por pequeños grupos de espectadores; y Martínez lo ve como un cine de bajo presupuesto. No obstante, es el portal SpotF5 quien tiene una aproximación conceptual más acertada: el cine de culto está definido por sus seguidores. Como considero que este tipo de cine puede provenir de cualquier género, corriente artística, país o calidad, así como puede ser de cualquier temática o presupuesto, la definición es aún es muy amplia y puede acotarse más.

El cine de culto está definido por sus seguidores, pero también por los rituales que estos realizan para “rendir tributo”. De acuerdo a la RAE, el culto es “un conjunto de actos y ceremonias en los que se expresa veneración y respeto a lo sagrado”. Así, el cine de culto está conformado por películas con grupos grandes o pequeños de seguidores que muestran veneración de diferentes maneras: cada vez que los fans ven La habitación, suelen aventar cucharas a la pantalla cuando aparece un portarretrato con la foto de una cuchara; durante las proyecciones de El show de terror de Rocky, acostumbran cubrirse la cabeza con un periódico cuando los protagonistas salen de su coche averiado; y con Star Wars, en cada entrega, los fans van disfrazados e incluso simulan batallas con sables láser antes, durante y después de la proyección.

¿Por qué existe tanta confusión al hablar de cine de culto? Porque se ha tratado de definir a partir de características formales y de estilo, sin tomar en cuenta a los espectadores, quienes son los que deciden qué les gusta y qué no, qué veneran y qué no.

 

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Jetsael Villegas es licenciado en comunicación (UNAM). Ha trabajado como reportero para la Secretaría de Cultura y colaborado en revistas sobre cine como Casa Negra y Correspondencias. Actualmente es editor web de Relatos a Granel, proyecto dedicado a la divulgación cultural.