Un tigre cerró los ojos bajo un viejo cerezo marchito del que volaban cuatro pétalos hacia el este. Su sueño fue largo y profundo en la noche del  invierno crudo. El frío había mermado la resistencia de su pelo, convirtiéndolo en una miríada de estremecimientos cada vez que le rozaba el viento de la cabeza a la cola. Estaba acurrucado bajo ese cerezo tranquilamente. Había dado vueltas y vueltas por el mismo lugar, escrutando cada hueco que había en las raíces rotas de los árboles y entre las piedras amontonadas de las que salían grillos saltando sobre sus patas. 

Era todo a rayas, de las que Hwanung miraba receloso por las mañanas y las noches de ese invierno, entre la neblina de las altas montañas del valle. Contaba las lunas que veía cada noche como horas en la vida de los habitantes de la Tierra. Aburrido por el lento paso de la estación, jugó con los sueños del tigre adormilado. 

Lo que Hwanung recordaba haber visto sobre la Tierra era una doncella bajita que sembraba azaleas en un jardín frente a su casa. Esa misma mujer estiró sus delgados y livianos brazos con fascinantes movimientos en sus dedos, que lo habían atraído por su fineza al trasluz de la tarde. Se incorporó delicadamente para ir a beber al lago bajo la sombra de un abedul, y cuando miró su reflejo ninguna sorpresa invadió su rostro, pero el agua se volvió brillante con el roce de sus rosados labios.

Luego, Hwanung pensó en las laderas de las montañas, donde cuatro hombres reunidos en torno a una fogata conversaban sobre la fiereza del clima y la falta de víveres en sus bolsos de viaje, que comenzaba a crear estragos en su convivencia y en su piel. Un fuerte ruido de espadas cortó las voces de los viajeros. 

El tigre se estremeció y parpadeó rápidamente con una respiración fatigada. Hwanung notó que el alba se encontraba cerca, entonces le mostró al tigre su propia figura  dormida, mientras lo alcanzaban los primeros rayos de luz matinal en medio del silencioso valle. 

Imagen de portada Steve46814</a>, <a href=”https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0″>CC BY-SA 3.0</a>, via Wikimedia Commons