Hace algún tiempo, me encontraba en un momento complicado en mi vida. En la búsqueda por descubrir algo que me llenara tuve mi primer acercamiento a uno de los fenómenos masivos exportados por Corea del Sur: los k-dramas.
       La primera vez que vi un drama coreano quedé fascinada; me envolví en la cultura de las series, películas, actores y música de Corea.
Aunque no son una copia de la realidad, los productos culturales reflejan muchas similitudes con el contexto en el que son producidos. En este caso, me percaté que muchos comportamientos e ideas representadas en las series coreanas tienen mucha semejanza con México.
       En primera instancia, los protagonistas del drama (generalmente una relación heterosexual) pueden ser diametralmente opuestos y, aun así, sentir un amor que prevalece ante las situaciones adversas que les sucedan, sin importar la diferencia social, económica o contextual que les precede. Usualmente, el gran impedimento al que se enfrentan son los padres que los separan, lo que representa un punto de quiebre para los protagonistas. ¿Te suena? Pues es muy parecida a la fórmula de las telenovelas que vimos de niñes. Por ejemplo, en la telenovela Abismo de Pasión (2012), la madre del protagonista hace hasta lo imposible para que éste se separe de su pareja; en Propuesta Laboral (2022), el abuelo prefiere alejar a la novia de su nieto cuando se entera del romance.
       En segundo lugar, la comida es un elemento muy relevante en su cultura. Si bien la gastronomía es distinta, comparte con la mexicana la complejidad de los condimentos utilizados para crear un platillo, así como la importancia de sentarse a comer.
       Por último, la dinámica laboral también es parecida a la nuestra. Se sabe que Corea es uno de los países donde más se trabaja en el mundo y se prioriza la vida laboral por encima de la personal; asimismo, en México el horario y las jornadas laborales son extenuantes sin que exista una recompensa equivalente.
       Pienso en mi presente. Ahora que estoy en búsqueda de empleo, me enfrento a la competitividad de ser mejor, de estudiar más, de crear más experiencia, de vivir para trabajar.
       En Limpia con Pasión (2017), se aborda este tema. Si no se tiene un currículum amplio que te respalde, encontrar trabajo se vuelve una tarea muy complicada.
       Cuando comencé a ver más k-dramas experimenté una conexión que hace mucho no sentía con los programas de televisión, me sentía y aún siento que puedo consumirlos con una facilidad que no conocía. Por estas razones, la familiaridad con la que esas costumbres y hábitos forman parte de ellos me hizo ver que los lazos no son tan diferentes, y que las similitudes entre ambas naciones crean una cercanía a pesar de la distancia.   

Foto de Indri Robyy en Pixabay

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