Pensar en un mundo en donde debamos trabajar para ganar tiempo, para luego pagar con él productos y servicios necesarios parecería ciencia ficción, pero es más cercano a la realidad de lo que creemos. Y no es que vaya a ocurrir lo que en El precio del mañana sin embargo actualmente sí es el tiempo con lo que mantenemos no solamente nuestras vidas, sino un nivel de vida.

En palabras del expresidente uruguayo José Mujica «inventamos una montaña de consumo superfluo de manera que hay que vivir comprando y tirando, y lo que estamos gastando es tiempo de vida porque cuando compras algo, no lo compras con dinero, lo compras con el tiempo de vida que tuviste que gastar para tener ese dinero».

Así, todos tendríamos el mismo nivel socioeconómico, puesto que todos tenemos en promedio la misma esperanza de vida, y lo más aterrador es que entramos en esta dinámica inclusive antes de tener edad para trabajar.

Tristan Harris, antiguo diseñador ético de Google, habla sobre cómo compañías tecnológicas y de redes sociales usan nuestro tiempo y nuestra atención para ganar dinero. Explica que en la medida en la que estas organizaciones retengan nuestra atención, podrán hacernos llegar publicidad cada vez más precisa, debido a que manifestamos nuestras preferencias e intereses en la interacción en estas plataformas.

Harris dice que «cada vez que observas tu teléfono para ver si hay notificaciones, esperas una recompensa: haya un nuevo comentario, un retuit o una interacción. Ese es el modo en el que nos tienen secuestrados y no es malo ser secuestrado, puede que la estés pasando bien en Facebook recordando momentos o retomando amistades, pero en esta guerra por nuestra atención tenemos las de perder porque la moneda de cambio es nuestro tiempo».

¿Y qué tiene el tiempo que haga tan importante el análisis previo? El tiempo es un recurso no renovable, es lo único que no puedes comprar en esta vida. «La vida se gasta y es miserable gastar la vida para perder libertad»

 

[Ana Elizabeth Martínez Escalante, de 21 años, es estudiante de Diseño y Comunicación Visual]

Foto de Warren Wong en Unsplash
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Ana Elizabeth Martínez Escalante, 21 años. Estudio Diseño y Comunicación Visual

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