Nunca la vida ha sido tan actual como hoy:
por un tris no es el futuro.
-Clarice Lispector

Cuando digo futuro, ¿a cuál de todos me refiero? ¿Al que sigue después de la palabra después y que ahora ya ha desaparecido o al que será en un año, en veinte o en un siglo cuando ya ni siquiera yo esté? Cuando digo futuro me imagino algo incierto, algo que no existe más que en suposición. Ahí están todas las posibilidades y al verlas me aterro: son muchas. Pero al final, la ilusión se desmorona y heme aquí, escribiendo en esta libreta, en lugar de tomar café, salir a caminar, ver una película o…
        Me gustaría decir cómo me imagino el futuro. Me lo imagino como un montón de mariposas de los más diversos colores. Vuelan frente a mí hasta que el ahora las devora. Entonces queda únicamente una: a veces azul, amarilla o…
       Hoy al despertarme ocurrió algo que no sabía que ocurriría hasta que pasó. Tiré un vaso de agua. La inundación cubrió un libro y algunas anotaciones de una libreta. Entre todas las posibilidades que había imaginado para esta mañana, ninguna se allegaba a lo que aconteció. ¿Quién, cuando imagina su futuro, piensa que tirará por accidente un vaso de agua? Sin embargo, ocurre (como hoy a mí).
        Me quiero aventurar y decir algo más sobre el futuro. El futuro se subdivide en milimétricos futuros. Sí: tiro un vaso de agua que no sabía que tiraría y después, ante mí, el futuro incierto. ¿Con qué secar? Una jerga, correr por el trapeador, tomar una playera sucia o… Ahora, como ya es parte del pasado, tranquilamente puedo decir que secaría con la jerga de la entrada del baño. Pero en ese momento, no: la incertidumbre: mariposas de diversos colores volaban frente a mí. ¿Cuál de ellas sería?
        Ahora quiero experimentar un poco e imaginar un futuro: el futuro de hoy a las seis de la tarde. Me veo en el lago que está cerca de mi casa. Los patos nadan y yo los miro. Solamente eso. Quiero hacerlo lo más sencillo posible para que así ocurra. ¿Qué pasará cuando el ahora devore ese futuro y la mariposa sea del color que imaginé? ¿Podrá el futuro resistir la firmeza del ahora? ¿Y si se desmorona porque él únicamente puede ser muchas mariposas y no sólo una? No lo sé. Lo sabré hoy a las seis de la tarde, pero sobre eso ya no puedo escribir porque no es ahora, sino es después. ¿Ves las mariposas? Aquéllas que vuelan allá, ¡a tu izquierda!, son las de la seis de la tarde. A ver cuál de ellas queda…


Foto de Timelynx en Unsplash
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Ofelia Ladrón de Guevara (19-junio-98. Xalapa; Ver.) Estudiante de Antropología Social UNAM. Uno de sus hallazgos más importantes fue descubrir que el árbol del patio de la biblioteca central es de zapotes.