La humanidad está llegando a su fin. Aunque de una forma muy inesperada…

He visto a gente ir tropezando con otros con total indiferencia; he visto a la gente grabar con sus teléfonos en lugar de actuar; he visto a la gente dejar de pedir ayuda porque saben que nadie se las va a brindar. Sí, la humanidad se está extinguiendo, pero no como especie, sino como rasgo de nuestro ser.

Es extraño, pues en estos tiempos en los que nos es más fácil estar comunicados, la apatía está acabando lentamente con nosotros. ¿Pero por qué?

Simple. Porque es más fácil mirar el mundo a través de nuestras pequeñas pantallitas, que con nuestros propios ojos. Y si no me crees, mira quién te lo dice: la pantalla sin rostro que tienes justo delante de ti.

Hoy estamos aquí; mañana, quizá no. ¿Pero a quién le va a importar?

Foto de Becca Tapert en Unsplash
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Michel M. Merino es estudiante en la Facultad de Psicología de la UNAM.

3 COMMENTS

  1. Michel, me dejas pensando varias situaciones y en los porqués de nuestro comportamiento. Lo que escribes es algo muy crudo de aceptar, aunque ya es parte de nuestra cotidianidad. Espero que llegue rápido el fin, pero de esta forma de ver de lejos el mundo. Muy buen texto. Abrazos.

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