EDITORIAL / NOVIEMBRE

Este mes celebramos dos aniversarios: noventa años del nacimiento de la maestra Gloria Contreras (1934-2015) y noventa y cuatro años de la Revista de la Universidad de México. En esa coincidencia hay un motivo para la celebración: la danza, que siempre ha estado presente en las páginas de esta revista. En colaboración con Claudia Lavista y Danza UNAM, preparamos un dossier dedicado a este arte que incorpora la música al cuerpo, que narra sin palabras, con gestos, melodías, vestuarios y escenarios. Escultura en movimiento, dramaturgia muda, instrumentos musicales de carne y hueso.
​        Para rendir homenaje a Gloria Contreras, fundadora y directora por varias décadas del Taller Coreográfico de la UNAM (TCUNAM), Gregorio Luke, su hijo y cómplice en el TCUNAM, reseña tres obras creadas por su madre, de forma que observamos el amplio rango de intereses, tonos y preocupaciones que alimentaron la carrera coreográfica de la maestra que, además, engalana con su imagen este editorial. Por su parte, Roberto Frías expone la historia de la danza dentro de la UNAM. Su recorrido inicia cuando aún no existía un departamento dedicado a esta disciplina artística y abarca hasta la misión actual de Danza UNAM. Otras dos grandes bailarinas son protagonistas de nuestro dossier: Antoñita “La Singla”, bailaora de flamenco sorda, e Isadora Duncan, pionera de la danza contemporánea, fuente de inspiración de un poema vanguardista de Gertrude Stein.
        ​Pero no todos los textos en este número evocan la danza desde un punto de vista artístico. Juan Francisco Maldonado analiza cómo la danza recibe poderosas cargas ideológicas, lo mismo entre los soldados israelíes que en la televisión brasileña. Y se refiere también a la puesta en escena de Sally McCloskey, una bailarina estadounidense que, en 1953, ejecutó pasos de ballet contra un horizonte en el que se difuminaba el hongo creado por la prueba de material atómico.
        Otro análisis del baile como fenómeno social es el que Carla Lamoyi propone en torno al dancehall, un cachondo y acrobático baile surgido en Jamaica. La autora visitó el país caribeño y descubrió las complejas relaciones que se dan entre bailarinas extranjeras y bailarines jamaicanos.
        El baile, como la vida, es movimiento, cambio, transiciones. Con esta publicación de cumpleaños nos preparamos para un nuevo comienzo en el siguiente número.

 

 

 

Imagen de portada: Thomas Wilson, “Las cinco posiciones del baile”, An Analisis of Country Dancing, 1811, dominio público.