Ada Lucía P., hoy regresé aterrado de la librería después de ver un nuevo Kafka. Corrí a mi casa hasta ver los sobres de cartas, las plumas, los cuadernos y los libros por leer. Corrí hacia la ventana y el impostor no estaba ahí....
Al girar sus ejes renacen los llantos de la producción que los trajo aquí, minando espacio, aire y silencio para avanzar a muchos de esos lugares que me cuesta reconocer.¿Por qué me hicieron de esta manera? —Allá, en medio de todo, olvidaron de nuevo...
Me encontraron preguntando hace unas semanas por ellos. Nada lo había provocado, nada de lo que tuviera consciencia: llegaron desde las aguas que la mayor parte del tiempo solo son rumor de goteo inverso. Del efervescer reventó un solitario silbido, un llamado buscando compañía emitido...
Desde aquí me veo tan nítido en esos negros Espejos, prismas de mareas y estrellas reventando por el flujo natural de sus esqueletos… mas no aquí… ¿Quién refleja a quién? Los conocemos de vista, como habitáculos, no como las catedrales que son, matrices que...