Es así, como un instinto animal, como información cargada en mi cabeza que se activa cada que rebotan las bocinas. No sé tú, pero siento en mi cuerpo la vibración del sonido y necesito moverme con ella, realmente no soy consciente de mis pasos; truena la música y me hago fiera… no, pajarito, de esos que bailan para enamorar. Por eso te digo que si nos vamos a besar, nomás deja que pase esa rola, que es la que bailo chido.  

Foto de Bruce Jastrow en Unsplash
Previous articleAsclepio
Next articlePorque eran Ellos (Los Fileros), porque era Yo (El Recordante)
Nací en la CDMX en algún momento del 2000, pero me he formado en su totalidad dentro de diversas zonas del EDOMEX. Soy recién egresado de la carrera de psicología por parte de la FES Iztacala de la UNAM y me gusta amar.