Es así, como un instinto animal, como información cargada en mi cabeza que se activa cada que rebotan las bocinas. No sé tú, pero siento en mi cuerpo la vibración del sonido y necesito moverme con ella, realmente no soy consciente de mis pasos; truena la música y me hago fiera… no, pajarito, de esos que bailan para enamorar. Por eso te digo que si nos vamos a besar, nomás deja que pase esa rola, que es la que bailo chido.
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