Se descubre, como se descubre el gusto por los tacos o el helado de limón.
Se descubre, como se descubre la pasión por el arte o el amor a la danza; como el gusto por el atardecer, por el frío o por el café.
Se explora, como se explora a las calles de la gran ciudad; encontrando rincones estrechos y poco iluminados; hallando avenidas y periferias que conectan con cada sitio mapeado y lugares no identificados.
Se vive, no se elige; y aunque digan y argumenten que se trata de una elección, no lo es, pues, ¿quién elegiría vivir entre señalamientos y discriminación?
Se vive, como una virtud.
Se vive, como una característica más.
Se vive, como una cualidad.
Se vive. Se descubre. Te transforma, y te lleva a ser parte de la revolución sexual.
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