Cuando era niña mi papá y mi hermano tenían una película favorita, en donde los recursos como el agua eran escasos, y el caos social gobernaba, ahora que hemos llegado al 2021, el año en donde se ambienta esa película, me pregunto si realmente la humanidad sufrirá un futuro tan apocalíptico.
Sé que nuestra vida es un cambio constante, un día estaba platicando con mis amigos, preocupados por la evaluación de una materia, cuando un sismo de 7.1 empezó a echar abajo el salón de clases donde estábamos y, al salir, los ladrillos de la barda del piso superior cayeron sobre la persona enfrente de mí. Me quede ahí, paralizada, sabía que debía seguir avanzando y ponerme a salvo, pero mi mente se quedo en blanco, solo observando cómo se iba el futuro de la persona que pude ser yo.
Tan solo 4 años después, estoy viviendo una pandemia, todo el día frente a una computadora, a punto de terminar una carrera por Zoom, con visitas al psicólogo cada semana, recordando todas las veces que me quede paralizada con la mente en blanco, solo observando, y pensando ¿todavía hay futuro?… y si aún lo hay, ¿cómo será?
Las respuestas a esas preguntas no las tengo, durante muchos años he hecho planes, me he estresado, lastimado y aferrado a personas con tal de seguir esos planes, todo por miedo, de que si no lograba hacer las cosas tal y como yo las había idealizado, mi esencia se perdería en el proceso y yo moriría por dentro, pero, me doy cuenta de que nadie sabe lo que viene, aunque creamos que ya hemos visto todo, siempre hay algo nuevo que nos sorprende, es probable que esta pandemia marque un antes y después en la historia, cada día los niños manejan nuevas tecnologías, hay innovaciones, como el lanzamiento de Starship, y el Amazon Zoox, lo que antes creíamos una novela de ciencia ficción se vuelve realidad, ten paciencia y no le temas al futuro.
“Toda cosa se teme solamente, por su potencia de dañar dotada; cuando no hay daño, miedo no se siente”-Dante Alighieri
