Sobre repensar el género

0
1336

La identidad de género es algo de vital importancia en la vida de cualquier ser humano y, si bien es una construcción personal, en ella intervienen una multitud de factores que muchas veces se escapan de las manos de ese niño que apenas está formando una idea de la sexualidad. Estos factores históricos, sociales, culturales y económicos cambian la manera en la que uno mismo construye las ideas de la masculinidad y la feminidad.

Todos tenemos una clara imagen de cómo “debe ser” cada uno de los sexos. Cómo debe lucir, cómo debe actuar, qué rol debe desempeñar y qué cualidades debe mostrar.Y aunque cada uno tiene su propia construcción, es verdad que socialmente hay ciertos estándares que se esperan tanto de hombres como mujeres. Muchas de estas nociones preconcebidas resultan dañina y aquí nace la necesidad de movimientos en busca de una mayor libertad de construir la identidad personal

¿Cuál es, para ilustrar mejor el tema, el hombre ideal para una sociedad como la nuestra? No es tan difícil: el hombre ideal es fuerte,  seguro de sí mismo; se encarga de proveer a la familia de todo lo necesario, de liderar “los clanes” que lo rodean; no muestra sus sentimientos, así como no muestra su debilidad; se le permite cierta arrogancia en su actuar, e incluso se perdona una cierta violencia medida, porque después de todo “así son los hombres”. Y bajo esta etiqueta muchos hombres en México tienen que vivir afectados por estos estereotipos en su mundo interior y su percepción de sí mismos. ¿Qué pasa con el hombre gentil, el bondadoso, el sensible?

Repensar nuestros estigmas sirve para darnos cuenta de la pluralidad del ser humano. Es imposible encajar a una persona en una casilla inamovible, y al hacerlo es cuando se crean cuestiones como la “masculinidad o feminidad tóxicas”. Una conversación complicada sin duda, pero de vital importancia para permitir a cada quien la oportunidad de vivir como quiera y necesite.